Hace exactamente 6 meses y medio, comenzábamos a cargar de sueños la galponeta y dibujábamos las primeras líneas de nuestro mapa.
Los horizontes se sucedieron y las geografías se fueron poblando de sueños; los nuestros, ansiosos por devorar la experiencia de tiempos y espacios cambiantes; los de tantos, corazones abiertos a nuestros ojos y a los ojos indiscretos de las cámaras.
Un engranaje roto nos detuvo en el camino, nos machucó el presupuesto y nos obligó a torcer el rumbo de nuestro mapa itinerante. Lejos quedaron el Amazonas, Venezuela y el Caribe. Cerca, muy cerca, se amontonaron las pilas de sueños de esos hombres y mujeres que nos enseñaron a levantar el pié del acelerador, a bajar la ventanilla y dejar entrar los colores de tanta geografía.
Más de 26.000 kilómetros nos vieron pasar, golpear la puerta y entrar a recorrer infinitos mundos. Asi concluyó esta etapa del Mapa de Sueños, la de escuchar, oler, observar, palpar y sentir los sueños. Conocer en definitiva, un poco más de lo que somos.
Ahora viene lo más difícil: transitar el sinuoso camino de los dìas; hacer lo necesario para dejar de ser lo que somos, despertar, y convertirnos en lo que soñamos ser.
Sergio
La Plata, 10 de agosto de 2007
1 comentario:
hace tiempo llegaron, pero les doy la bienvenida igual! desde Calafate, espero el dia del reencuentro, para reir sobre lo vivido y recordas esos detalles que no me dejan olvidarlos. fue ua de las mejores, (bahhh si no fue la mejor) personas que conoci en mi pequeño viaje. los aprecio un monton y espero que se reencuentro con los suyos haya sido magico!
besos gigantes!
Mery!
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