Destruyendo cualquier oscuridad, diluyendo las sombras, engañando a los colores, apropiándose del sol.
Metiéndose por cada rincón, por entre las capas de ropa, por entre los pliegues de la piel y los recovecos del alma.
Ocupando cada páramo de textura, reconfigurando las siluetas de lo visible y lo invisible.
Polo de sol, latitud alada.
Corrompiendo cualquier atisbo de equilibrio, revolucionando lo barroco, lo clásico y lo romántico.
Bailando contra montañas de tiempo, geometría milenaria, rugosidad absurda.
Fluyendo en torrentes paleozoicos y reflejos paranoicos, espejismos de nuestra finitud.
Suavidad de espina boliviana, piquete de sangre árida, molino de banderas de mundos ficticios.
Huellas en mapas textiles, cuerdas en clave andina, savia hirviente de corazón tectónico.
Sales de vida en silencio. Unos locos gritando qué verbos.
Blancos en el mundo blanco, salar de dulzura kolla y aymara.
Textos: Sergio, fotos: Sergio y Tero
1 comentario:
A-L-U-C-I-N-A-N-T-E!!! Gracias...
Silvina
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